Preescolar. Lenguaje y comunicación. Mie 30/06/21

 

Miércoles

30

de Junio

 

Preescolar

Lenguaje y Comunicación

 

Cofre mágico de historias

 

 

Aprendizaje esperado: Narra anécdotas, siguiendo la secuencia y el orden de las ideas, con entonación y volumen apropiado para hacerse escuchar y entender.

 

Énfasis: Disfruta de una narración con entonación y volumen.

 

 

¿Qué vamos a aprender?

 

Narrarás anécdotas, siguiendo la secuencia y el orden de las ideas, con entonación y volumen apropiado para hacerte escuchar y entender.

 

 

¿Qué hacemos?

 

Esta sesión estará llena de sorpresas, por lo que imaginarás que tienes un ¡cofre mágico! Si puedes hacer uno en casa con diferentes objetos como disfraces, peluca amarilla de rizos, títeres, tela roja, collar, varita mágica, tres tazones de tres tamaños diferentes.

 

¿Por qué crees que es un cofre mágico?

 

Porque de aquí siempre sacas cosas mágicas que te ayudan a usar tu imaginación, la creatividad y a divertirte mucho.

 

Y esta vez no será la excepción, porque lo que hay dentro, te servirá justamente para todo eso. ¿Con que objetos crees que vas a trabajar? Serán juguetes, instrumentos musicales, cuentos.

Ejemplo, en el cofre tienes una tela roja, un collar, una peluca rubia con rizos, una varita mágica, ¿Para qué te servirán estos objetos? ¿Para qué crees que pueda servir esta tela roja?

 

¿Crees que sirva para formar la alfombra mágica de Aladino, un fantasma, la capa de caperucita roja? Recuerda que la imaginación no tiene límite.

 

Y con la varita, ¿A quién puedes representar? A un mago, a una bruja, a un hada madrina, con estos objetos narra un cuento.

 

En el cofre también tienes tres tazones, uno grande, uno mediano y uno pequeño y una peluca dorada, ¿Qué cuento será?

 

Pídele a quien te acompaña que te narre el cuento de Ricitos de oro y los tres osos, debe hacer diferentes voces para dar otro efecto a la lectura. Busca un lugar cómodo y disfruta mucho esta narración.

 

Ricitos de oro y los tres osos.

Robert Southey

 

En un bosque florido y frondoso vivían tres ositos: el papá oso, la mamá osa y el pequeño osito.

 

Un día, tras hacer todas las camas, limpiar la casa y   preparar la sopa para la cena, los tres ositos fueron a pasear por el bosque para que el pequeño osito pudiera jugar y respirar aire puro.

 

Mientras los tres osos caminaban por el bosque, apareció una niña muy bien vestida llamada Ricitos de oro.

 

Cuando vio la casa de los tres ositos, se asomó a la ventana le pareció muy curioso lo ordenada y coqueta que se veía esa casa.

 

A Ricitos de oro se le olvidaron los modales que su mamá le había inculcado y decidió entrar a la casa de los tres ositos.

 

·       ¡Oh! ¡Qué casita más bonita! ¡Qué limpia y ordenada tienen la casa la gente que vive aquí!

 

Mientras iba observando todo lo que había en la casa comenzó a sentir hambre, ya que percibió un olor muy sabroso, a sopa.

 

·       ¡Mmm! ¡Qué hambre me ha entrado! ¡Voy a ver que tendrán para cenar!

 

Fue hacia la mesa y vio que había tres tazones. Un tazón pequeño, uno más grande y otro más y más grande que los otros dos anteriores.

 

Ricitos de Oro siguió sin acordarse de los modales que su mamá le había enseñado, y en vez de esperar a que los tres ositos volvieran y le invitaran a tomar un poco de la sopa que habían preparado, se lanzó directamente a probarla.

Comenzó por el tazón más grande, pero al probarlo, la sopa estaba demasiado caliente.

 

Entonces pasó al tazón mediano y al probarlo, la sopa estaba demasiado fría; por último, probó el tazón pequeño, el cual estaba como a ella le gustaba.

 

·       Está en su punto, dijo la niña.

 

Cuando acabó la sopa se subió a la silla más grandota, pero estaba demasiado dura y se pasó a la otra silla, la mediana comprobando que estaba demasiado blanda, y entonces decidió sentarse en la silla más pequeña que estaba ni muy dura ni muy blanda; era comodísima.

 

Pero la sillita estaba acostumbrada al peso tan ligero del osito y poco a poco el asiento fue cediendo y se rompió.

 

Cuando Ricitos de oro se levantó del suelo, subió a la habitación de los tres ositos y comenzó a probar las tres camas.

 

Probó la cama grande, pero estaba demasiado alta.

 

Después probó la cama mediana, pero estaba demasiado baja. Cuando probó la cama pequeña que era tan mullidita y cómoda que se quedó totalmente dormida.

 

Mientras Ricitos de oro dormía profundamente, llegaron los tres ositos a su casa.

 

Una vez dentro el papá oso notó que su cuchara estaba dentro del tazón y dijo con su gran voz:

 

¡Alguien ha probado mi sopa!

Y mamá oso también vio su cuchara dentro del tazón y dijo:

¡Alguien ha probado también mi sopa!

 

Y el osito pequeño dijo con voz apesadumbrada:

¡Alguien se comió toda mi sopa!

 

Después pasaron al salón y dijo papá oso:

¡Alguien se ha sentado en mi silla!

 

La mamá osa, también observó su silla y dijo:

¡Alguien se ha sentado también en mi silla!

 

Y el pequeño osito dijo con su voz aflautada:

¡Alguien se ha sentado en mi sillita y además la rompió!

 

Al ver que allí no había nadie, subieron a la habitación para ver si el ladrón de su comida se encontraba, todavía en el interior de la casa.

 

Al entrar en la habitación, papá oso dijo:

 

¡Alguien se ha acostado en mi cama!

Y mamá eso exclamó:

¡Alguien también se ha acostado en mi cama!

 

Y el osito pequeño dijo:

¡Alguien está acostado en mi camita!

 

Ricitos de Oro, mientras dormía creía que la voz fuerte que había escuchado, que era del papá oso, había sido un trueno; que la voz de mamá osa había sido una voz que la hablaba en su sueño, pero la voz aflautada del osito la despertó.

 

De un salto se sentó en la cama mientras los osos la observaban, y saltó hacia el otro lado saliendo por la ventana corriendo sin parar un solo instante, tanto, tanto que no daban los pies en el suelo.

 

Desde ese momento, Ricitos de oro nunca volvió a entrar a una casa ajena y sin pedir permiso primero.        

 

¡Alguien se ha acostado en ella!

 

Ricitos de Oro, mientras dormía creía que la voz fuerte que había escuchado y que era papá oso, había sido un trueno, y que la voz de mamá oso había sido una voz que la hablaba en sueños, pero la voz aflautada del osito la despertó.

 

De un salto se sentó en la cama mientras los osos la observaban, y saltó hacia el otro lado saliendo por la ventana corriendo sin para un solo instante, tanto, tanto que no daban los pies en el suelo.

 

Desde ese momento, Ricitos de Oro nunca volvió a entrar en casa de nadie ajeno sin pedir permiso primero.    

 

FIN

 

Qué linda historia. ¿Disfrutaste el cuento? Esta es una manera de narrar un cuento. Busquemos otras cosas que puedan servir para seguir narrando.

 

Con los títeres si tuvieras una niña, dos ranas, un león, un ratón, los tres cochinitos y el lobo, ¿Qué historia podrías contar? ¿Y si narras un cuento con estos personajes?

 

Aunque recuerda que, además de los cuentos, también existen las fábulas. En el programa televisivo se narrará de una forma especial una fábula llamada, “El león y el ratón”.

 

Es valioso identificar que, sin importar el tamaño de las personas o cosas, todos pueden ser útiles y ayudar.

 

Otra fábula para narrarla utiliza las ranas de títere. Es una fábula con ranas.

 

"Las ranas y el pantano seco"

 

FÁBULA:

Vivían dos ranas en un bello pantano. Llegó el verano y el pantano se secó, por lo cual lo abandonaron para buscar otro con agua. Hallaron en su camino un profundo pozo, repleto de agua, y al verlo, dijo una rana a la otra: Amiga, bajemos las dos a este pozo.

 

Pero, y si también se secara el agua de este pozo, repuso la compañera, ¿Cómo crees que subiremos entonces?

 

Moraleja: Al tratar de emprender una acción, analiza primero las consecuencias de ella.

 

Qué importante es pensar en las consecuencias cuando realizas una acción o al tomar una decisión, ¿Verdad? Puede sucederte lo que les pasó a las ranas.

 

Esta otra forma de narrar una historia; en este caso fue una fábula.

 

Y para cerrar con broche de oro con estas diferentes formas de narrar, en el programa televisivo se contará con una invitada muy especial. Ella narrará una leyenda de una forma muy peculiar, narrará la leyenda “Lo que le pasó a Juanita”.

 

En esta sesión disfrutaste escuchando diferentes formas de narrar cuentos, fábulas y leyendas.

 

Y utilizaste distintos objetos para apoyar las narraciones como la tela, la peluca, los tazones y los títeres.

 

Así como los diferentes tonos de voz que utilizaste y la música.

 

 

¡Buen trabajo!

 

Gracias por tu esfuerzo.

Para saber más:

Lecturas

 


https://libros.conaliteg.gob.mx/20/K1MAA.htm

 


https://libros.conaliteg.gob.mx/20/K2MAA.htm

 


https://libros.conaliteg.gob.mx/20/K3MAA.htm

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